miércoles, 21 de abril de 2010

DE TIENDAS (CHOPPING PORK)

Queridas amigas:

Después de un parón bastante recio, debido en parte a que tengo los huevos muy gordos y soy más perro que el que se murió de sed en un jacuzzi, vengo a traeros un testimonio de como los medios de comunicación manipulan la realidad.

Es un trabajo de muchisma investigación, que me ha llevado por parajes reconditos (para los de la E.S.O.: a tomar por culo) y me ha costado sangre, sudor y almorranas. Pero es necesario el mostrarlo a todos y desvelar la mayor mentira de la historia (para los de la E.S.O.: l myr mtra d l istra XD ).

Si amigas, pese a lo que todas creeis y aunque los gobiernos intentan taparlo, a los hombres....

NOS ENCANTA IR DE COMPRAS






Durante siglos ha habido la falsa creencia, quizá extendida por el masonismo y la gente a la que le huele el culo a huevo duro, de que a los hombres nos gustaba más estar de cañitas con los amigos que haciendo cola en un Zara.

Falso.

¡Que mejor que ir con tu pareja a pasar una tarde de lujo en un centro comercial, tienda pa'rriba, tienda pa'bajo, con la musiquita de fondo y todo lleno de gente!

La tarde comienza cuando, después de comer y con toda la energía del mundo (hay quien dice que te entra mosca y que se está muy agustico espatarrao en el sofá) te cojes el coche y te plantas rumbo al paraiso. Si es verano, no veas que gustazo, con toda la calor, el solecito, recien comido....poco mal!.




Al llegar al centro comercial, tenemos que tener muy claras cuales son nuestras importantísimas funciones, a saber:

1.- Perchero.
2.- Opinador.
3.- Señora que da la vez.


1.- PERCHERO

Fundamental, sobre todo en invierno. Aquí es donde debe notarse lo "Macho Alpha" que somos, ya que, al igual que en otras especies la hombría se mide por el color del plumaje o las cornamentas, los humanos medimos nuestra valía según el número de prendas (con o sin percha en ristre) podemos soportar. Uno siente una sensación especial cuando:

En una mano llevas 2 abrigos y un bolso (que parece contener un cadaver de lo que pesa); en la otra llevas 3 vestidos, todos con su percha, los sujetas con la mano en alto para que se vean bien y que son exactamente iguales salvo por el color; en un hombro llevas 2 vaqueros y en el otro 3 prendas de punto que dan tal calor que notas como te va saliendo la tortillaza en la camisa.

Y es entonces cuando tu pareja mirandote a los ojos te dice: "es que no se cual llevarme, si el gris marengo o el blanco roto, dame un minuto que me lo piense".

Claro, tu te debates entre la incognita de qué cojones es "color blanco roto" y los calambres que te están dando en el brazo, pero sabes que es tu deber y una necesidad vital que mantengas el tipo y no distraigas a tu pareja mientras toma la que quizá sea la decisión más importante de su vida.

Por todo ello, es un orgullo que, después de que ella no se quede con ninguna de las prendas que llevas sujetando media hora y tu notes la gangrena en el brazo (para los de la E.S.O. que se te ponga el brazo, por falta de riego, más negro que la polla de Eto'o), vuelvas a repetir el mismo ejercicio de tienda en tienda, en series de diez, como las flexiones.



2.- OPINADOR

Siguiendo el hilo de lo anteriormente dicho, en algunas ocasiones se nos requerirá para otra labor si cabe más importante: Opinar acerca de cómo le queda la ropa a nuestra pareja. Esta tarea, aunque a simple vista puede ser sencilla, es como ir por un campo de minas con zapatos de payaso. Pero como en todas las pruebas que nos pone la vida, debemos sacar provecho y disfrutar del precioso momento que pasamos con nuestra media naranja.

Lo primero que hay que hacer es desplazarnos con toda la ropa elegida, y finalizar nuestra labor de perchero depositando la carga en un probador (si hubiera mucha cola en los probadores, pasaríamos a aplicar el punto 3).

Una vez descargado, nos retiramos un poco hacia la zona de tienda hasta que nos sea requerida nuestra ayuda. Quizá se nos solicite que sujetemos la puerta o la tela que tapa el probador, para evitar miradas indiscretas del resto de gente.

Que agradable es estar en un recinto lleno de mujeres, la mayoría en porreta, a las que no les están sujetando la puerta, que salen medio en cueros para pedir la opinión (eso sí probandose minifaldas con calcetines de hello kiti o de vaca) y tu mientras sujetando la tela y mirando a las pelusas de kilo que hay en el suelo. Todo ello con la esperanza de que no te revienten los nervios opticos de la fuerza que haces para no mirar a otro lado, evitando que piensen que eres un depravado.

También está la opción de meterte en el probador con tu pareja. En la mayoría de los casos, suele solicitarse para seguir haciendo de perchero al carecer el probador de ganchos donde colgar la ropa. Esto es genial, ya que se puede dar rienda suelta a la imaginación con la idea de montarselo en un recinto de 1,5x1,5, con un montón de ropa en el suelo, que está siendo devorado por la Reina pelusa (Pelusa Prime) y que huele a pies.



Una vez puestos en materia, llega nuestra básica labor de opinador, al tener que decir cómo le queda la ropa a nuestra pareja. Aquí tenemos que tener claro el concepto de que la verdad está muy sobrevalorada, porque en sí, ¿qué es la verdad?¿se puede ser sincero sin hacer daño?.

La verdad es muy relativa y según como se diga duele, por lo que hay que intentar evitar dirigir a nuestra amada opiniones como:

"Te hace el culo gordo"
"Se te notan las chichas"
"Si fuera negro, lo mismico que una morcilla de burgos"
"Te faltan tetas para llenar eso"
"Ese vestido te hace parecer una culebra hinflá a conejos"
"Mi madre tiene uno igual, y le queda mejor"

y recurrir a otras más diplomáticas:

"Quizá en rojo te quedaría mejor" (una vez comprobado que esa prenda no existe en ese color).
"Se nota que la prenda no está bien cosida, te hace unos pliegues muy extraños" (que en ningún caso serán michelines).
"Es que seguro que es la 36 americana, no la europea, y por eso te quedan justitos"
"Esa camisa no te va a pegar con nada"
"Creo que tiene una tara, no te la compres"
o la muy recurrida "no se, no me convence"

También podemos tomar la determinación de adoptar una actitud de positivismo extremo, y decir que todo le queda estupendamente, pero esto es más arriesgado y podemos hacer que sospechen, generando el falso pensamiento de que nos estamos aburriendo como ostras y que nos ronca los cojones lo que se compre.

3.- SEÑORA QUE DA LA VEZ.

Puede ser que, bien por periodo de rebajas u otras circunstancias (para los de la E.S.O.: movidas), la tienda en la que estais difrutando del "chopping" tenga una gran afluencia de gente (para los de la E.S.O.: esté hasta el culo).

Esto, que podría suponer un contratiempo al tener que hacer largas colas para pagar, una vez transcurrido el delicioso tiempo expuesto en el punto 2.

Nuestro trabajo, en este caso, será el situarnos en la cola nada más llegar a la tienda, para que mientras nuestra pareja hace la ronda, no pierda su puesto en la fila y podamos pagar lo antes posible (en el hipotético caso de que en la tienda encontremos el vellocino de oro y compremos algo).

Esta labor, no nos privará en ningún caso de las tareas 1 y 2, sino que para nuestro goce y alegría, las podrán disfrutar nuestras compañeras de cola, en el ir y venir de nuestra pareja...

Una vez pagada la compra, nos dispondremos a repetir los pasos una y otra vez, sin parar ni para pedir la hora, sin comer nada para evitar pérdidas de tiempo, visitando el servicio sólo en casos extremos (piernas modelo tijera para evitar las pérdidas de la Concha Velasco) y hasta la hora del cierre.

Y con el placentero sentimiento del trabajo bien hecho y las ganas de repetir tan excitante tarde, hacemos cola para salir del atasco que se produce cuando toda la gente abandona el centro comercial...



Ya sabeis amigas, teneis un aliado en vuestra pareja, que disfruta tanto o más de ir de tiendas que vosotras, es más, cuando se reune con sus amigos, comentan lo bien que están las rebajas de Zara y el buen estado de los probadores de Breshka!.

Un afectuoso abrazo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

la exposicion es asombrosa pero, deberias documentarte mejor cuando valoras la actuacion del macho iberico, Felix Rodrigez de la Fuente contaria con todas la especies. y no es lo mismo el macho soltero, que el casado con niña, porque aparte de ser doble perchero, se le une el jugar al escondite con la niña entre espositor y espositor,lo cual no es nada agradable cuando llevas perchas, bolsas de anteriores compras, bolso de la mama (que parece el zurron del pastor), muñeca de la niña, abrigos de ambas,la merienda de la niña etc...pero todo esto creo que es una estrategia para que por la noche al que le duela la cabeza sea a ti de ahy que este tipo de macho iberico (vease tu hermano,tu cuñado y tantos otros)sean adictos al ibuprofeno nocturno.(el anticonceptivo del casado)(para los de la E.S.O. Un No Follar)

Oscar dijo...

Tiene usted razón, Sr. Anónimo, pero al no tener la experiencia en el ramo que usted expone, me resulta dificil entrar en esa materia.

Gracias por la valoración, y más viniendo de alguien que ha escrito obras como "El lazarillo de Tormes".

Julián dijo...

Juasjuasjuasjuas...creo que este tema daría para escribir otro "Lazarillo"

Hector Bolivar dijo...

Vaya, ya era hora de que retomaras el blog.
Se nota que has vuelto con el mismo nivel con que lo dejaste, pero bueno, lo importante es participar...

Anónimo dijo...

Que callado os lo teníais los tíos, que sera lo próximo que descubramos las mujeres?..Que os apasione la limpieza general de cocina y baños?